1
la nieve arrastra el polvo
hasta su muerte
hasta su indistinción en el terreno baldío
y cuando todo cae
las sutilezas se transforman en desastre
2
una lágrima caída en cieno
se abre paso ondulando el fango
hasta perderse diametralmente
en un reflejo
3
la luna bailotea incoordinada sobre el líquido
amargo
tiembla el medio círculo
la herida
deja al descubierto su elixir mineral
4
turba silenciosa
lanzando en lenguas de fuego el aliento
que sube
y luego muere bajo el cielo fracturado
5
los árboles son cadáveres de piedra
esperanza vertida en el retoño
Algún día ̶ nos dicen Algún día…
Pronto volverán
6
no logra penetrar
no hiende su púa de hielo mi piel
sin la agudeza del metal
el fino acabado de la espina
la fuerza lacerante de una broca
no logra penetrar
7
el silencio quiere ocupar mis huesos
que son lo único cercano a la piedra
máscaras de lo eterno
me pienso sin vida y suspiro
lo dejo entrar
8
hoy he cambiado mi sino humano
por el de alimaña rastrera
observo
el lento devenir del tiempo
respirando hormigas
saciando el hambre
con el polvo albo de la muerte
9
hay un fruto sembrado en mis dedos:
la idea de tu cuerpo que exige a gritos
su descanso
su aroma cítrico
encauza los líquidos de regreso a mi vientre
la piel es de nuevo la frontera de sentidos
el terreno vencido a voluntad
10
devoro tus gajos
gimes y sonríes
súcubo inmortal
alimentas mis labios con tu zumo envenenado
hinco mi lengua
en tu hendidura ígnea
horado tu textura emplumada
ave espectral
criatura irredenta
tu jaula es la noche
mi vino es tu sangre
caigo ante tus ojos incrédulos
clausuras tu mirada
velo tu sueño
creo en él
como en el más íntimo sentido
12
he cruzado un jardín de fuego cada día
atiendo las llagas sólo antes de morir
cuando no hay más que cuestionar
rezar a un dios imaginario
revertir la enmienda
volver a perderme en un espejo
aferrado a su reflexión efímera
obstinado en no juntar los párpados
y que la muerte
jamás me tome por sorpresa
13
de este vilo infinito
se nutre el engendro
agota el calostro
succiona hasta ulcerar el seno
con ojos lácteos
embiste su destino de ángel vencido
14
callada una lágrima
se abre paso convirtiendo
© Efraín Trava, 2006
3 comentarios:
mi favorito es el número 7... no me refiero a números (mi favorito es el 3), sino a tu final número 7... feliz año.
mi favorito es el número 7... no me refiero a números (mi favorito es el 3), sino a tu final número 7... feliz año.
...siempre me pasa igual... o no se publica ninguno o van de dos en dos... bueno, es que soy nueva en la blogosfera... por cierto, si te quieres dar una vuelta, tengo un blog.
Publicar un comentario