bete cuando te angustiabas o eras tú toda un capricho
fruncías el ceño eras caricatura
ira del viento embarrando su fuerza en las ventanas abandonándose
sólo he pensado más enojado al cielo hermosa bete
¿qué recorría tu mente cuando eras puro deseo el bosque te pertenecía y sus fragancias
latían dentro de ti?
porque en tu infinito minicosmos ofrecías flores que nadie tomaba
rompías imágenes como ilusiones clavabas tu mirada en lo blanco de las rocas y luego
un alfiler para éste sí
otro alfiler para éste también y nadie se merecía ni siquiera tu desprecio
porque eras princesa extraviada eras
ave inválida y también eras fuego pequeña bete
y cada impacto te hizo más dura y te hizo grande
¿dónde guardabas tu enojo?
querías el mundo
y sin embargo seguías siempre oculta en tu guarida de emociones donde las flores
seguían cayendo desde tu mano porque nadie las tomaba
© Efraín Trava, 2008
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