viernes, abril 23, 2010

de despellejado a medio nublado


enciendes la luz
de un madrazo
ya estás otra vez frente al tótem
en forma de ele
te aprietas los huevos
¡cuánta novedad!
te hueles los dedos
suspiras
y sientes y sabes
que el líquido te abandona
mientras regresa la calma
y se siente bien
como la entrada
del jugo amargo escurrido
de tus labios
con ese olor a puerto mal refrigerado
de tú:

tu zumo
humo
de todas las aguas mínimas que fluyen
sobre la piel del cielo que es tu piel
de tu piel su miel
pero tú lo sabes y yo
sólo me lo imagino
sacudo y tiño
con algunas gotas
lo blanco
de amarillo