viernes, junio 11, 2010

Imperativo


Rodéate de insectos              rechaza la luz

Abandona tu sombra              muerde tus dedos

Azota tu cabeza en aquel muro de humo
hasta desahogar tus venas


Arroja entonces un canto de veneno
una plegaria ominosa
un estertor de fuego

Ciérrale los párpados de hielo
a ese dios
que yace inmóvil

2 comentarios:

Nanu dijo...

uf amigo! que precioso este que has escrito...me encanta y como siempre, me pega, me destruye y me desarma para dejar de mi solo loque verdaderamente sirve..aunque sea por unos segundos.

Diábolo dijo...

Hola, querida Nanu! De acuerdo contigo: lo esencial, generalmente, es efímero. Te mando un besote hasta la Argentina de mis sueños.